
Reus es la segunda ciudad de Cataluña con mayor cantidad de edificios modernistas, después de Barcelona, monumentos que para la inmensa mayoría son desconocidos. Da la casualidad de que aunque el célebre arquitecto Antoni Gaudí naciera y viviera aquí hasta los 17 años, no consiguió edificar ni una sola obra, mientras que a su principal competidor modernista, Domènech i Montaner, pudo construir en la ciudad media docena de edificios, caros y lujosos. Al parecer, el arquitecto reusense tenía fama de no estar en sus cabales. En ningún caso como en este se puede cumplir tan bien aquello de que nadie es profeta en su propia tierra.
Los dos edificios de mayor mérito son el Institut Pere Mata, un frenopático diseñado por Domenech i Montaner, muy similar en su estructura al Hospital de Sant Pau en Barcelona, y Can Navàs, una construcción semejante a la Casa Lleó Morera del Eixample. Especial mérito del Institut Pere Mata y de Can Navàs es que conservan todo el mobiliario de la época intacto, circunstancia que les confiere un encanto especial, mientras que Sant Pau y la Casa Lleó Morera son nada más que una sucesión de salones vacíos.
Aunque se puede acceder al Pere Mata en coche, aconsejo ir caminando desde el Paseo de la Boca de la Mina, para ir apreciando los chalets modernistas de las afueras de Reus. Dentro de ese instituto, son visitables la planta baja y las habitaciones de los internos del primer piso, que se conservan intactas con sus camas, sus bañeras, sus armarios roperos. Curioso que las habitaciones del segundo piso conserven igualmente el mobiliario de Gaspar Homar intacto, pero con el acceso prohibido y los muebles amontonados y criando polvo en el pasillo. Me explicaron que ese segundo piso irá destinado a albergar unas oficinas del ayuntamiento. Si eso es cierto, es posible que algún espabilado quiera sacarse un buen sobresueldo vendiendo carísimo mobiliario modernista a alguna empresa extranjera.
Todas las fotos son mías.











